San Jerónimo del Sauce

San Jerónimo del Sauce

Es una localidad con historia muy significativa en nuestra provincia y en la de nuestra patria, por sus especiales connotaciones, que la implican en esa convergencia de indígenas, españoles e inmigrantes. Pero con un sello siempre de soberanía espiritual, por la vigencia de la fe cristiana.

Recreo

Recreo

La ciudad de Recreo posee atractivas características que la distinguen como lugar de residencia
y entretenimiento.
Por un lado, la historia local lo avala ya que su nombre deriva de ser el lugar de “recreo” para las
familias santafesinas que, a tan sólo 20 kilómetros de la ciudad, desde fines del siglo XIX, encontraban un espacio de descanso y esparcimiento.
Aunque nuestra ciudad no cuenta aún con una infraestructura para satisfacer o cumplir con las demandas de turismo prolongadas, se la puede considerar como un centro de visitas de día, donde su estratégica ubicación, sus recursos naturales, culturales y recreativos juegan un rol fundamental.
Por lo tanto, quienes visiten nuestra ciudad pueden participar de diferentes eventos, como el Festival Luna y Cuerdas, la Locreada Popular del 9 de julio, Cicloturismo, la tradicional Fiesta de la bondiola, los grandes corsos o las ferias de emprendedores y artesanos entre otros. Preferentemente en verano, también es posible disfrutar de las plazas, las instalaciones del Polideportivo Municipal, o la costa del Río Salado que hacen que su permanencia -aunque sea efímera- puede presentarse como una experiencia significativa, integral y única.

Rafaela

Rafaela

Tradicional y de vanguardia, una dualidad que define a Rafaela. Una ciudad nacida en el corazón de la provincia de Santa Fe como tantas colonias agrícolas, forjada en la cultura del esfuerzo y del trabajo, un compromiso que mantiene aún hoy cada uno de sus habitantes.

Sus boulevards de adoquín son una postal, una guía para recorrer los espacios verdes y paseos donde realizar actividades recreativas o deportivas. En bicicleta o caminando se disfruta recorrerla, haciendo escala ineludible en el Museo Histórico Municipal y en el Centro Cultural del Viejo Mercado. Un vez al año – ya tiene 15 ediciones-, se realiza el Festival de Teatro, uno de los eventos escénicos más destacados de país, con una selección de obras para disfrutar la cultura por varios días.

 

Punto de referencia de la cuenca lechera, con sus tambos, invita a recorrer las actividades rurales, pasear a caballo, conocer el trabajo de la tierra y disfrutar los sabores sobre la base de quesos y dulces, acompañados de pan casero en un amanecer campero.

Ciudad joven, con una marcada propuesta educativa que cuenta con más de 60 carreras terciarias, universitarias de grado y posgrado. De ciudadanos comprometidos que participan en las diferentes asociaciones civiles y se preocupan por la sostenibilidad.

Rafaela es ciudad modelo en el cuidado del medio ambiente. El Complejo Ambiental ubicado en el sector noroeste es de referencia nacional e internacional dado que se ocupa del tratamiento de los residuos con clasificación en origen y posterior reinserción al mercado. Además lleva adelante junto a instituciones de la ciudad, programas que incentivan el uso de energías renovables. Incluso, el propio edificio municipal, cuenta con una terraza verde, digna de visitar y tener, además, una vista panorámica de la ciudad.

Su fuerte impronta industrial, con más de 500 empresas de diversos rubros que exportan a 93 destinos, afianza ese contraste, confirmando su perfil emprendedor. Es por esto que el turismo de reuniones es otro de los fuertes de Rafaela, respaldado por la infraestructura de auditorios, servicio técnico y plazas hoteleras ideales para encuentros que se suman a los grandes eventos deportivos de trascendencia nacional e internacional.

Esperanza

Esperanza

Esperanza es la Primera Colonia Agrícola Organizada del País. Fue creada a través de un contrato de colonización firmado en el año 1853 entre Aarón Castellanos (empresario salteño) y el Gobernador de Santa Fe, Domingo Crespo.
Precursora de hitos históricos, origen de un proceso de trascendencia para la vida económica, demográfica y cultural de nuestra nación. Se visitan el Museo de la Colonización, lugares y edificios históricos, instituciones culturales y monumentos, en el marco de tradiciones, costumbres y relatos.

NATURALEZA Y RECREACIÓN:

Paisajes naturales, parques y plazas, espacios deportivos y recreativos. Una propuesta atractiva en una ciudad singular y cordial.

Algunos de los lugares para visitar: el Parque de la Agricultura (cuenta con el lago artificial, la ciudad de los niños, el laberinto, Museo de las Máquinas Agrícolas y el velódromo, juegos infantiles y asadores), el Balneario Camping Municipal sobre el Río Salado y la Plaza San Martín.

TURISMO RELIGIOSO ECUMÉNICO:

«Capital Provincial del Diálogo y Encuentro Ecuménico»

Declarada por la Legislatura de la Provincia de Santa fe, mediante Ley Nº 13427/14.

Declarados Bienes de Interés Histórico Nacional por Ley Nº 27.377. 
Basílica de la Natividad de la Santísima Virgen, Iglesia Evangélica del río de la Plata e Iglesia Ortodoxa San jorge.

Esperanza es una de las pocas ciudades que conserva los credos de los primeros colonos, y de aquellos que vinieron en las siguientes oleadas inmigratorias. La convivencia religiosa, la unión como comunidad y la revalorización del patrimonio arquitectónico son valores que día a día se mantienen vivos. Se desarrollan visitas guiadas por templos y circuitos eclesiásticos con guías especializados.

 

SABORES ANCESTRALES

Interesantes alternativas para degustar las recetas de los inmigrantes.
Degustación de comidas típicas y recetas tradicionales con los sabores de las diferentes colectividades que permanecen en la ciudad, suizos, italianos, españoles, luxemburgueses, sirio libaneses.
Algunos platos que podés degustar: chucrut con salchichas, gulash, picadas con leberbuch, chorizo en grasa casero, salame, costeletas de cerdo, comidas sirio libanesas, pizzas y pastas italianas entre otros deliciosos platos.
Las panaderías de la ciudad ofrecen una típica torta, llamada ¨torta alemana¨. Cuando las familias inmigrantes se establecieron en la Colonia Esperanza (1856) muchos de los ingredientes que ellos usaban en la preparación de sus alimentos no existían en el país o eran diferentes.
“La torta alemana de Esperanza” es la adecuación de recetas europeas a los ingredientes que ofrecía en abundancia la región: harina de trigo, crema de leche y azúcar.